La presión de grupo se refiere a la influencia ejercida por un grupo de compañeros sobre una persona para cambiar sus actitudes, valores, o el comportamiento con el fin de ajustarse a las normas del grupo. Los grupos sociales afectados son los grupos de miembros, cuando el individuo es "formalmente" un miembro (por ejemplo, partidos políticos, sindicatos), o una camarilla social. Una persona afectada por la presión de grupo puede o no querer pertenecer a estos grupos. También puede reconocer grupos de disociación con los que no desean asociarse, y por lo tanto se comportan negativamente sobre el comportamiento de ese grupo. La presión puede hacer que las personas hagan cosas que normalmente no harían, por ejemplo, tomar drogas, fumar, tener una novia, casarse, tener un trabajo, tener hijos, comprar artículos costosos que realmente no necesitan (coches, casas, joyería), etc.

La presión grupal de la juventud es una de las formas de presión grupal negativa más frecuentemente discutida y referida. Es muy común porque las personas más jóvenes pasan grandes cantidades de tiempo en grupos fijos (escuelas y subgrupos dentro de ellos), independientemente de su opinión de esos grupos. Además de esto, pueden carecer de la madurez para manejar la presión de los "amigos". También, los jóvenes están más dispuestos a comportarse de forma negativa hacia aquellos que no son miembros de sus grupos de pares propios. Sin embargo, la presión social de los jóvenes también pueden tener efectos positivos. Por ejemplo, si uno está involucrado en un grupo de personas que son ambiciosos y que trabajan para tener éxito, uno podría sentirse presionado a hacer lo mismo para no sentirse excluido del grupo. Por lo tanto, la juventud sería presionada para mejorarse a sí misma, mejorar a largo plazo. Esto se observa más comúnmente en los jóvenes que están activos en los deportes u otras actividades extracurriculares.

La mayoría de la gente espera que los niños socialmente aceptados son a los que mejor les va en la escuela secundaria. Se espera que las personas que se consideran la populares tienen la mayoría de los recursos, la mayoría de las oportunidades y las experiencias más positivas. La mayoría de las veces esto es cierto, pero investigaciones muestran que el estar en el grupo popular también puede ser un factor de riesgo para la conducta desviada de leve a moderada. Los adolescentes populares son los más socializados dentro de sus grupos de pares y por lo tanto son vulnerables a la presión de los compañeros, como los comportamientos normalmente reservados para los de una mayor madurez y comprensión, como el uso de drogas. La adolescencia es una época de experimentación con nuevas identidades y experiencias. La cultura de la escuela secundaria a menudo tiene sus propias normas sociales que son diferentes de la cultura exterior. Algunas de esas normas pueden no ser especialmente positivas o benéficas. Los niños socialmente aceptados a menudo son aceptados por el simple hecho de que se ajustan bien a las normas de la cultura adolescente, buenos y malos aspectos incluidos. Los adolescentes populares son más fuertemente asociados con sus grupos de pares en los que juntos pueden experimentar con cosas como el alcohol y las drogas. Aunque hay pocos factores de riesgo relacionadso con la popularidad, la conducta desviada es a menudo sólo de leve a moderada. Independientemente, la aceptación social proporciona mças factores de protección que factores de riesgo.

En la gestión, la buena presión de grupo se refiere a una técnica utilizada para aumentar la motivación de los miembros del equipo, la actividad y la auto fijación de metas. Es una herramienta útil en el liderazgo. En lugar de dirigir la delegación de tareas y pedir resultados, los empleados son en este caso, inducidos a un comportamiento de los medios de propulsión propios resultados y la innovación, por los sentimientos de comparación con respecto a sus compañeros. Hay varias formas en las cuales la presión grupal puede ser inducida en un entorno de trabajo. Algunos ejemplos son: la formación, reuniones de equipo, ...

La formación es un ejemplo de la presión de los pares externos, ya que el miembro del equipo está en contacto con las personas con funciones similares en otras organizaciones.

Imagino que esto se debe más que nada a que la adolescencia es donde se ajusta el aspecto social de la vida de una persona. El humano es un ser por naturaleza social, y gracias a esto, ha podido sobrevivir a través del tiempo usando su inteligencia y sus contactos. Unidos, logran más cosas.
Es por esto que el hombre requiere unirse a unos grupos, y la presión grupal es implícita. Nunca nadie nace con sus habilidades sociales perfectamente desarrolladas, y por algún lado se tiene que empezar. Esto no quiere decir que los adolescentes tengan que drogarse y andar borrachos en un auto mientras escuchan "The Wallflowers" y "Lady GaGa". Aunque algunas de estas experiencias puedan enseñar algo, generalmente resultan en patrones autodestructivos.
¿Cómo evitar esto? Los padres.
Las figuras paternales son quienes cementan como una persona va a actuar ante conflictos sociales, y como va a recibir e interpretar los mensajes de los medios (quienes, hay que aceptarlo, tienen un gran grado de culpabilidad cuando se trata de infundir mala cultura y ejemplos).
Tal vez suene cliché, pero la solucion radica en la educación (No me refiero al estereotipado significado de Educación" como si fuera escuela, sino cualquier tipo de información aprendida), aprender a discernir entre lo bueno y lo malo, filtrar la porquería, y aprender a saber que es lo bueno (como los Beatles!).
-Juan Amorín